PUERTO DE CALDERA, EN EL GOLFO DE NICOYA

Este es uno de los varios excelentes puertos que abundan en las costas del Pacífico, en la América Central. Si se le prefirió a Puntarenas, puerto mejor conocido, fué en atención a la mayor profundidad de sus aguas, y a que acorta el camino en doce millas. El puerto es parte de la gran bahía o golfo de Nicoya, que está protegido ampliamente por todos los rumbos, excepto por el sur, por donde está abierto al Pacífico. Caldera se halla bastante bien resguardada hacia el sur, por una línea de cerros, de piedra arenisca colorada, cuyos harallones alcanzan el borde del agua. Rompiendo, por medio de explosivos, porciones del peñón', se conseguirá extender ese dique natural, en una extensión de unos cien pies, en rumbo oeste, y así se completará la protección del puerto, por la parte del sur, y al mismo tiempo se obtendrá un muelle permanente, en cuya extremidad se podrá siempre contar con una profundidad de veinticinco pies de agua, aun en baja marea. Caldera, llamada así por las fuentes de agua caliente mineral que abundan allí, está, lo mismo que Limón, admirablemente apropiada para lugar de un puerto de vida próspera. Su situación es muy parecida a la del puerto del Atlántico; y el suelo de los alrededores es, en todas direcciones, rico y de cultivo sencillo. El clima es mejor que el de Limón, aunque no tan sano como los del interior. Sólo tiene el puerto un inconveniente: la falta de buena agua potable. Las fuentes de los contornos son casi todas minerales y de cualidades curativas, y la corriente que entra al puerto, es totalmente inservible para beberla.

El mal, sin embargo, admite remedio, con, un gasto comparativamente ligero: bastará llevar por cañería de unas pocas millas, las aguas de alguna de las varias corrientes que nacen en las montañas vecinas.

Para información de los lectores que no estén familiarizados con las reglas que gobiernan la construcción de ferrocarriles, es bueno comparar el peor ascenso del ferrocarril de Costa Rica proyectado con algunas de las gradientes extremas que presentan las líneas hasta ahora construidas, y en distancias de alguna consideración:
Línea entre Viena y Trieste, Austria, 113 pies por milla, en 13 millas.
Línea entre Baltimore y Ohio, EE. UU. 117 pies por milla, en 11 millas.
Línea entre Valpo y Santiago, Chile, 120 pies por milla, en 12 millas.
Línea entre Limón y Caldera, C. R., 128 pies por milla, en 12 millas.
Línea entre Turín y Génova, Italia, 147 pies por milla, en 6 millas.
Línea entre Copiapó y Caldera, Chile, 196 pies por milla, en 13 millas.
Línea entre Veracruz México, México 211 pies por milla, en 23 millas.
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